La creatividad es un don innato que solamente unos pocos privilegiados tienen en su preciado poder.
Pero si, además, va unido a la inteligencia y a la sensibilidad, asciende a una categoría superior que es el arte en sí mismo.
Ese toque femenino y sereno que impregna en sus obras hacen que a cada momento nazca una nueva esperanza y una oda a la belleza más auténtica.
Su polifacética obra abarca todos aquellos terrenos que solamente una mujer valiente puede pisar, adentrándose en la transformación y en la culminación del trabajo bien hecho que además regala sensaciones inigualables.
Ella es defensora de la naturaleza en su estado más avanzado y con su obra no hace más que un elogio a aquello de lo que disfruta y siente.
Ella es el paso de las manos, a la artesanía y de la artesanía al arte más puro.
Ella es Rocío Navarro.